martes, 6 de marzo de 2012

La temida reforma laboral

El 10 de febrero el Consejo de Ministros aprobó la nueva reforma laboral que hoy se ha sometido a votación en el Congreso, dando un paso más hacia su entrada en vigor.
El Partido Popular no tendrá inconvenientes en sacarla adelante debido a su mayoría absoluta pero, otros grupos parlamentarios se plantean llegar hasta el Tribunal Constitucional ya que la consideran injusta.

Hasta la fecha, España era uno de los países en todo el mundo con mejores condiciones laborales para los trabajadores. No hablamos aquí de salarios que, evidentemente, son mucho más bajos que la mayoría de los países de la Unión Europea, pero sí del resto de condiciones que favorecen al trabajador tanto a nivel de despidos, como de vacaciones, indemnizaciones...

Lo que pretende la reforma es principalmente un despido más barato, con menos requisitos y que, como norma general, sea procedente. Dar más facilidades al empresario para cambiar jornadas, turnos, funciones y salarios. Nuevos contratos para pymes y emprendedores y que los despidos colectivos sean posibles en las empresas públicas.

Analizando los puntos más detalladamente la indemnización por despido se reduce de 45 días a 33 con un máximo de 24 mensualidades cuando antes eran 42.
Se introduce la novedad del despido por causas económicas, sin necesidad de pérdidas, a 20 días por año trabajado. entendiéndose por causas económicas cuando de los resultados de la empresa se desprenda una situación económica negativa, como son las pérdidas actuales o previstas o la disminución persistente de su nivel de ingresos o ventas, si se produce durante tres trimestres consecutivos.


El paro juvenil intentará disminuirse con incentivos por la contratación de jóvenes y parados de larga duración y la ampliación a 30 años para contratos de formación.
Se fomentarán los contratos para emprendedores y se limita la indemnización de los directivos de la banca de modo que el que tenga que ser sancionado por su gestión en una entidad financiera no tendrá derecho a indemnización.

Hay una limitación a 7 días de la indemnización de directivos de empresas públicas, pero los que cesen y se reincorporen a su puesto anterior en la Administración no tendrán indemnización por despido.
Se prohíbe la encadenación de contratos temporales sin límite y la ultraactividad de los convenios colectivos, que será de dos años y los permisos para ERE.

El Gobierno centrará sus esfuerzos en la lucha contra el fraude fiscal y el absentismo laboral.

Con dicho texto los sindicatos se echan las manos a la cabeza pregonando a los cuatro vientos que ahora los empresarios son libres para despedir impunemente pero, siendo realistas, esto no es un asunto de buenos y malos en el que el trabajador es una víctima y su jefe el verdugo.
En la mayoría de los casos, el empresario hace todo lo posible por mantener a sus trabajadores en plantilla, y es el mismo, el que primero realiza sacrificios cuando las cosas van mal.
No digo que no haya caraduras, como en todas partes, que busquen su propio beneficio y no piensen más que en salvar su culo, pero esto no suele ser así.

Los sindicatos han intentado hacer poco ruido para que sus subvenciones no se vean afectadas ya que el nuevo Gobierno no esta por la labor de atender a sus exigencias.

En tiempos de crisis todos debemos hacer un esfuerzo y esta es la única forma de salir adelante. Esta claro que si no damos más flexibilidad a las empresas estas se ahogan y no les queda otra que cerrar, por lo que aunque la reforma sea dura, si es adecuada y seguramente, cuando la situación este mejor, las cosas cambiarán y podremos volver a exigir esos derechos que siempre nos parecen pocos.


Mi opinión sobre los sindicatos es nefasta. No quiero caer en los tópicos de que son unos vagos y que sólo dan la lata pero, había un tiempo en el que los trabajadores no tenían ningún derecho y fueron muy necesarios pero ahora,en mi opinión, no deberían recibir tanto dinero y ser mantenidos únicamente por sus afiliados.

La condición de representante sindical hace que estos no sean iguales al resto de los trabajadores, percibiendo una mayor retribución económica e imposibilitando su despido o sanciones hasta niveles prácticamente imposibles.
Muchos de ellos se aprovechan de su condición.

Bajo mi parecer el hecho de que el representante de UGT Cándido Méndez tenga una colección de relojes de lujo y un sueldo más que considerable mientras que notables dirigentes de empresas españolas hipotecan su casa para intentar salvar sus empresas, dice mucho de la situación en la que se encuentra el país.

Los empresarios intentan sacarlo a delante pero no pueden hacerlo sin la ayuda de los trabajadores y todos debemos concienciarnos de que esto es así.

2 comentarios:

  1. Díaz Ferrán está siendo juzgado por descapitalizar sus empresas para llevar el capital a paraísos fiscales.

    La asociación de inspectores de Hacienda cifra en alrededor de 80.ooo M de euros el fraude fiscal, de los que apróximadamente (según ellos) solo 9000 son imputables a pymes, y el resto a grandes empresas. Así con los empresarios de este país querida.

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  2. Buen artículo.

    En mi opinión creo que la única manera de salir es que cada uno trabaje y se esfuerze como nunca, y esperar a que los que tienen el poder, no hagan tonterías y sean coherentes con la epoca en que vivimos, y sino lo hacen que la justicia les juzgue.

    Pero desde luego si cada uno de nosotros no damos el 110%, la cosa pinta muy mal.

    Esto es lo que puedo opinar, me encantaría tener más conocimientos en el tema, aprendo mientrás te leo.

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